miércoles, 16 de julio de 2008

Apuntes para una Ciudad Moderna


David HuertaLibros y Otras Cosas
23 de julio de 2008
El viernes 18 de julio se dio a conocer la obra de una joven artista mexicana, Adriana Armenta Alvarado (ciudad de México, 1985), en la galería del café Terrasse, situado en el barrio de Mixcoac Apuntes para una ciudad moderna

Me temo que los artistas reflexivos como Adriana Armenta no abundan en nuestros tiempos tristes de improvisación, instalacionismo y cualquiercosismo.

El viernes 18 de julio se dio a conocer la obra de una joven artista mexicana, Adriana Armenta Alvarado (ciudad de México, 1985), en la galería del café Terrasse, situado en el barrio de Mixcoac. La muestra se llama Apuntes para una ciudad moderna y, como insinúa esa frase titular, la anima un cierto aire utópico; no está nada mal, a la vista de la distopía metropolitana que todos los días padecemos en el DF .
Adriana Armenta estudió artes plásticas en la Universidad Nacional; en la actualidad es estudiante de Filosofía en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). En esta joven institución de educación superior ha colaborado con la revista Palabrijes como ilustradora, y asiste asiduamente a seminarios de diversas disciplinas. En uno de esos seminarios —de estudios de literatura— la conocí.
La exposición de Armenta Alvarado consta principalmente de xilografías y de grabados en madera y en linóleo. Esta inclinación por la gráfica se explica por el trazo firme, contrastado, de las obras expuestas; ese trazo se presta para proponer con claridad los espacios urbanos imaginados por la artista. Entre esas obras, las imágenes de trenes y de ferias resultan especialmente seductoras.
En estas piezas está presente la gravitación de una vanguardia olvidada: el constructivismo soviético, uno de cuyos artistas, el inventivo e inventor Vladimir Tatlin, fue protagonista-objeto de un texto muy original de Guy Davenport; pero también percibimos la influencia de Moholy-Nagy y Malevich: líneas enérgicas, blanco y negro colindantes y definidos con rotunda precisión.
La ciudad moderna es un amasijo en formación constante: el inacabamiento, la incompletud, parece su signo y su destino. Lo mismo Berlín que el Distrito Federal parecen laboratorios de ingeniería y obras públicas de órdenes diversos. También la ciudad moderna imaginada por Adriana Armenta.
Es un proyecto, una obra de dinamismo continuo a la cual no se le ve término, final o conclusión: es, propiamente, una proyección del deseo y de perfiles y horizontes de convivencia concebidos en los talleres de la imaginación. Una ciudad de artistas: como las ciudades medievales, pero en un ámbito necesariamente secular, la ciudad moderna debería ser la obra de una comunidad constituida o, siquiera, encabezada por artistas, fabuladores, poetas y dibujantes.
No es un accidente que Adriana Armenta estudie filosofía y se dedique a las artes visuales: al ver su obra naciente, uno se da cuenta de que está ante una artista que piensa, y para quien la reflexión es una actividad tan natural como respirar. Me temo que los artistas reflexivos como ella no abundan en nuestros tiempos tristes de improvisación, instalacionismo y cualquiercosismo.
La galería del café Terrasse está en la calle Los Echave níumero 20-B. Al comentar la exposición de Adriana Armenta, la saludamos y la felicitamos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

EL UNIVERSAL

David Huerta
Libros y Otras Cosas
23 de julio de 2008


Apuntes para una ciudad moderna


El viernes 18 de julio se dio a conocer la obra de una joven artista mexicana, Adriana Armenta Alvarado (ciudad de México, 1985), en la galería del café Terrasse, situado en el barrio de Mixcoac


Apuntes para una ciudad moderna
Me temo que los artistas reflexivos como Adriana Armenta no abundan en nuestros tiempos tristes de improvisación, instalacionismo y cualquiercosismo.

El viernes 18 de julio se dio a conocer la obra de una joven artista mexicana, Adriana Armenta Alvarado (ciudad de México, 1985), en la galería del café Terrasse, situado en el barrio de Mixcoac. La muestra se llama Apuntes para una ciudad moderna y, como insinúa esa frase titular, la anima un cierto aire utópico; no está nada mal, a la vista de la distopía metropolitana que todos los días padecemos en el DF

Adriana Armenta estudió artes plásticas en la Universidad Nacional; en la actualidad es estudiante de Filosofía en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). En esta joven institución de educación superior ha colaborado con la revista Palabrijes como ilustradora, y asiste asiduamente a seminarios de diversas disciplinas. En uno de esos seminarios —de estudios de literatura— la conocí.

La exposición de Armenta Alvarado consta principalmente de xilografías y de grabados en madera y en linóleo. Esta inclinación por la gráfica se explica por el trazo firme, contrastado, de las obras expuestas; ese trazo se presta para proponer con claridad los espacios urbanos imaginados por la artista. Entre esas obras, las imágenes de trenes y de ferias resultan especialmente seductoras.

En estas piezas está presente la gravitación de una vanguardia olvidada: el constructivismo soviético, uno de cuyos artistas, el inventivo e inventor Vladimir Tatlin, fue protagonista-objeto de un texto muy original de Guy Davenport; pero también percibimos la influencia de Moholy-Nagy y Malevich: líneas enérgicas, blanco y negro colindantes y definidos con rotunda precisión.

La ciudad moderna es un amasijo en formación constante: el inacabamiento, la incompletud, parece su signo y su destino. Lo mismo Berlín que el Distrito Federal parecen laboratorios de ingeniería y obras públicas de órdenes diversos. También la ciudad moderna imaginada por Adriana Armenta.

Es un proyecto, una obra de dinamismo continuo a la cual no se le ve término, final o conclusión: es, propiamente, una proyección del deseo y de perfiles y horizontes de convivencia concebidos en los talleres de la imaginación. Una ciudad de artistas: como las ciudades medievales, pero en un ámbito necesariamente secular, la ciudad moderna debería ser la obra de una comunidad constituida o, siquiera, encabezada por artistas, fabuladores, poetas y dibujantes.

No es un accidente que Adriana Armenta estudie filosofía y se dedique a las artes visuales: al ver su obra naciente, uno se da cuenta de que está ante una artista que piensa, y para quien la reflexión es una actividad tan natural como respirar. Me temo que los artistas reflexivos como ella no abundan en nuestros tiempos tristes de improvisación, instalacionismo y cualquiercosismo.

La galería del café Terrasse está en la calle Los Echave níumero 20-B. Al comentar la exposición de Adriana Armenta, la saludamos y la felicitamos.

http://www.el-universal.com.mx/columnas/72698.html